HISPANO ALEMÁN, EL DESAFÍO DEL DEPORTIVO ESPAÑOL
La história de Hispano Alemán es poco conocida incluso para los propios españoles. La empresa fue fundada por un apasionado empresario alemán llamado Ben Heiderich quien tenía el sueño de construir refinados deportivos en el país de la península, sin embargo las idas y vueltas de algunos proyectos hicieron que la empresa nunca pudiese prosperar.
Werner Bernhard “Ben” Heiderich llegó a España en la década del ´60 proveniente de Canadá con la idea de vender autos exóticos en el país. Después de permanecer un tiempo en Zaragoza, se muda a Madrid para instalar “Internacional Motors” un concesionario de coches deportivos que consiguió la representación local de marcas prestigiosas como BMW, Porsche y Lotus. A su vez Ben Heiderich también fue un exitoso piloto de carreras consiguiendo los campeonatos españoles de trepadas y pista en el año 1968 a bordo de un Porsche 906. La gran pasión que sentía el empresario alemán por los coches deportivos lo llevaron a crear su propia marca: Hispano Alemán.
Los primeros modelos construidos por Hispano Alemán fueron unas decenas de buggys a finales de los ´60s que utilizaban el chasis y la mecánica del VW Escarabajo al que luego se les colocaba una nueva carrocería de fibra de vidrio, características muy similares a los “areneros” que se utilizaban en EEUU y Brasil en aquellos años, aunque Hispano Alemán también ofrecía la opción de montar mecánicas Porsche. Pero Heiderich quería ir por más y en el salón del automóvil de Barcelona de 1970 sorprendió a todos con un nuevo modelo, el Scirocco realizado sobre la base de un NSU TT1200. El vehículo estuvo a cargo del carrocero alemán Dieter Kohlmus quien realizó un atractivo coupé con cuerpo de fibra de vidrio con un marcado estilo italiano y puertas tipo alas de gaviota. Sin embargo, el proyecto no prosperó y solo se construyó un solo prototipo.
En el salón de Ginebra de 1971 presenta un nuevo producto, el Hispano Alemán Vizcaya 914/6. La historia cuenta que a Ben Heiderich le encantaba el manejo del Porsche 914 con su motor central pero no le agradaba el diseño de la carrocería, motivo por el cual adquirió un ejemplar y lo envió a Italia para que le realizaran una nueva silueta. Después de visitar varios carroceros se le encargó a Pietro Frua el diseño, mientras que en la parte mecánica el ingeniero Javier García Peralta realizó importantes mejoras en el impulsor adoptando elementos del Porsche 906 llevando la cilindrada a 2.4 litros alcanzando los 225CV.
Cuando el modelo se presentó en sociedad llamó la atención de varios fabricantes, incluyendo la propia Porsche quienes llegaron a negociar la construcción de una pequeña serie. Al enterarse del posible acuerdo Pietro Frua – Ver también – reclamó los derechos sobre su obra e hizo confiscar el prototipo a la aduana Suiza, situación que desató la furia de Heiderich quien había invertido 4 millones de pesetas en la construcción del auto. Finalmente Hispano Alemán ganó el juicio en 1976 pocos meses después del cese de producción del Porsche 914, motivo por el cual el Vizcaya nunca llegó a producción.
Antes de eso en 1972 Hispano Alemán volvió a la carga con un nuevo modelo, el Castilla. En este caso se había utilizado la base del Lotus Europa y el diseño corrió por cuenta propia para evitar problemas de derechos de propiedad. Durante la exitosa presentación del Vizcaya en el año anterior, Ben Heiderich había mantenido conversaciones con Colin Chapman quien estaba muy interesado en colaborar con la empresa española.
El Lotus Europa era un modelo muy atractivo con un chasis muy liviano y un comportamiento soberbio en circuitos pero tenía dos grandes defectos, una calidad de construcción desprolija y poco esmerada (más propia de un coche de carreras que de uno de calle) y un motor falto de nervio. Para la mecánica Lotus había elegido montar el motor del Renault 16 por su bajo costo y su liviano block de aluminio, pero los 78CV resultaban escasos para el aprovechar las virtudes del chasis, Hispano Alemán a través de sus lazos con Seat (quienes también estaban interesados en el proyecto) eligió montar el impulsor Lampredi biálbero – Ver también – que utilizaba el Seat 124 Sport con 1.756cc y 118CV unido a una transmisión Porsche. Además se cuidó cuidadosamente toda la calidad de construcción, el ensamblado y los ajustes de carrocería, el propio Colin Chapman – Ver también – realizó modificaciones en el chasis y en el techo de la carrocería a pedido de Heiderich. Por el lado del diseño se adoptaron faros dobles provenientes de Seat con tomas de aíre adicionales, techo solar y un alerón en la parte posterior que le otorgaban un aspecto más refinado con identidad propia. Sin embargo el modelo tampoco pudo llegar a producción por problemas de homologación y también quedó como único prototipo. Ese mismo año Ben Heiderich encaró el primer proyecto serie de un equipo español de carreras con el renombrado Angel Nieto como piloto. Para el mismo se utilizó un chasis March 732 de F2 con un motor BMW pero la falta de presupuesto impidió la continuidad.
Paralelamente también presentan el Hispano Alemán Mallorca creado a partir del Lotus Seven – Ver también – y al igual que aquel también se ofrecía en kits de montaje. La producción del modelo no comenzó sino hasta 1974, inicialmente contaba con algunos componentes británicos que luego fueron de fabricación propia. Al igual que el Castilla estaba impulsado por motores Seat aunque en este caso se montaron inicialmente impulsores 1.430 para luego pasar a los 1.800 del 124 Sport, para un total de unas 200 unidades producidas. En ese mismo período la empresa también comienza a fabricar réplicas del BMW 328 incluyendo versiones en miniatura para niños.
Los altos costos de los motores Seat llevaron a que Heiderich negociara un nuevo acuerdo con Ford en 1979 para montar los impulsores 1.300 del Fiesta. La nueva mecánica no cabía en la parte delantera del Mallorca por lo que se modificó el chasis para colocarlo en posición trasera de manera transversal, el nuevo modelo llevó el nombre de Hispano Alemán Valencia del que solo se construyeron 2 ejemplares.
A fines de los años 80s Heiderich se contacta con la empresa American Sunroof Company (ASC) y realiza dos proyectos. El primero fue un Daihatsu Charade Turbo descapotable del que solo se construyó una sola unidad, mientras que el segundo se trató de una versión convertible del Seat Ibiza que a pesar de su atractivo diseño no interesó a la marca española y nunca pasó de un único prototipo.
Ben Heiderich falleció en un accidente de aviación en Junio de 2008.
Textos: © Fabián Matías Rossi para TargaSport
Fotos: ©Unknown
Excelente nota, felicitaciones, un abrazo