PROYECTO#26 POTENCIACIÓN MAZDA RX7 FD3S
Soy Manuel Herrera y la historia de mi relación con el Mazda comienza en el año 2008. En ese momento encuentro publicada en una ya extinta página de clasificados de autos un hermoso ejemplar de uno de lo que considero uno de los mejores exponentes de la cultura JDM de los 90s, auto del que varios nos enamoramos jugando juegos como el Gran Turismo y algún otro a partir de películas como Rápido y Furioso 1, en donde en las primeras escenas de acción y adrenalina al volante, aparece una en color rojo con franjas grises de dudoso gusto y algunos accesorios de la marca Veilside.
Lo que creo que todos recordamos es el muy curioso sistema de óxido nitroso que tenía instalado en el asiento del acompañante y que se activaba con un botón oculto detrás del botón de las balizas. Un clarísimo ejemplo de las fantasías Hollywoodenses.
Volviendo a la historia de mi auto, al ver este precioso ejemplar negro, biturbo, equipamiento touring, como la gran mayoría que ingreso al país, me quedo absolutamente enamorado. Recuerdo un detalle que hizo que a pesar de que en ese momento me parecía impensado poder llegar a comprarla, me hizo sentir que era el auto para mí. La patente era BMX, después de los autos mi mayor pasión…
Obviamente como toda buena historia de amor, no fue todo tan fácil, y como apareció publicada, desapareció… pero no para siempre. Dos años después nos volvimos a encontrar.
Transcurría el año 2010, finalizaba el mes de febrero, yo tenía un Golf GTI 3 puertas motor 1.8T, auto que me dio grandísimas satisfacciones. Recuerdo que aparece publicada en Buenos Aires esta belleza negra con patente BMX, no dude un segundo y me fui a verla con un amigo. El auto se encontraba en buenas condiciones, pero recuerdo 2 cosas que no me gustaron, la primera fue que en la agencia no quisieron ponerla en marcha, y la segunda un juego de alfombras Simil Aluminio de color Azul… nada de eso me importo. Volví a mi ciudad Rosario absolutamente convencido de que tenía que comprar este auto a como dé lugar. Hablo con mi hermano, accede a comprarme el Golf GTI y con la diferencia en mano, señamos la RX7.
Recuerdo que en ese momento me llama mi amigo Matías que me había acompañado a ver el auto, un tipo que jamás en su vida tuvo un pelo en la lengua para nada, y me dice:
– Soñé que te comprabas el Mazda y el auto no andaba.
– Como que no andaba?
– Si, andaba… pero se arrastraba, no inflaba el turbo o algo así..
– Anda pelado, vos sos un hdp…
Yo en ese momento trabajaba en una refinería de aceites en turnos, así que como ese fin de semana yo trabajaba, se fue mi viejo a buscar el auto. Recuerdo que cada tanto nos hablábamos por Nextel para ver como venía el viaje, el primer radio fue, ya estamos con el auto, es espectacular, el segundo fue, tiene la mejor posición de manejo que conocí en mi vida, venimos por autopista, el tercero fue, el auto escupió una manguera de agua se recalentó, estamos viendo como lo solucionamos… y ese fue mi bautismo con el motor rotativo. En ese viaje la “manguerita de agua” se salió dos veces, pero llego a destino. Recuerdo salir de trabajar a las 5 am, volver a mi casa volando e ir a la cochera, el sueño era realidad! Tenia una RX7 FD3S. ¡Inmediatamente salí a dar una vuelta, que auto increíble! Lo más asombroso fue la premonición del pelado Matías, el auto no inflaba, andaba menos que el golf que acababa de despedir.
Con el pasar de los días esa manguerita se salió un par de veces más, hasta que decido ir a ver a un gran amigo que se llama Enzo Gallo, excelente mecánico y excelente persona. Enzo tenía mucha experiencia con motores rotativos, e inclusive una RX7 sa22 en condiciones de museo, luego de un par de pruebas, el veredicto fue, Mono, tiene soplado un sello de agua… y yo pensaba y que carajo será un sello de agua! Háblame en criollo Enzo!
Tenemos que sacar el motor y repararlo completo….
Recuerdo ese día como si fuese hoy, llame al propietario anterior y le dije:
-Hola Gustavo como estas, soy Manuel el que compro tu RX7
-Ah como estas! Tengo para darte algún repuestito que me quedo
-Gustavo el tema es que el auto se recalentó a mitad de camino, escupió el agua, no llego ni a Rosario que ya tenía problemas, hable con el mecánico y tengo que reparar el motor.
La respuesta me quedo grabada
-Yo te vendí un vehículo en perfectas condiciones de uso, sin ningún tipo de vicio oculto, yo no soy responsable por el mal uso ni por el abuso que hayas cometido con el vehículo.
Y escuche como se cortaba la línea al otro lado…
En ese momento para mi estaba mas que claro, me habían cagado! Jajajaja
Con solo una opción por delante, que era reparar el motor, decidí ver esto como la oportunidad de armar el auto de mis sueños y me puse manos a la obra! Vendí algunas cosas, junte algo de dinero y me puse a estudiar cuales eran los primeros pasos en este proceso. El motor se lo lleve a Enzo Gallo, se compraron todos los repuestos nuevos, desde housings hasta mangueras de agua y de vacío.
El primer problema a solucionarle a una RX7 FD es el manejo de las temperaturas. Se le actualizo el sistema de enfriamiento, radiador de aluminio KoyoRad, mangueras de silicona, tanque de expansión de aluminio para reemplazar el original que tiene fama de rajarse, intercooler frontal más grande. Teniendo Intercooler más grande aprovechamos para poner un juego de filtros de aire Apexi, y una bajada de turbo en 3” que reemplaza el restrictivo primer catalizador. Se le coloco una bomba de combustible de mayor caudal proveniente de una Toyota Supra Twin Turbo y para la electrónica colocamos una Ecu RE-Amemiya ya reprogramada para poder usar más presión y para tener un poco más de control se colocaron relojes de temperatura de agua, wideband y presión de turbo.
Sacamos el auto, se asentó la mecánica nueva, y o sorpresa, el auto no inflaba! Me seguía persiguiendo la premonición del pelado Matías.
De vuelta a renegar, la solución fue muy simple, el silenciador trasero había sido reemplazado por uno demasiado restrictivo, me acuerdo el día que lo saque, pase de un auto que no inflaba a un auto que cuando le pegue la primer acelerada hizo goma media cuadra… La Mazda había vuelto a la vida, y era un soplete!
Con esa configuración la disfrute alrededor de un año, en ese momento sin demasiada experiencia en pista salió un tiempo de 10.3 a radiales en 250 metros en la pista de San Pedro, en solo dos tiradas.
Un día, motivado por ganarle algún HP extra, decidí hacer un escape completo en inoxidable de 3 pulgadas. Lo que no sabía es que, al eliminar el restrictivo catalizador central, al auto se le iba a ser muy difícil controlar la presión, el motor rotativo mueve un volumen de aire muy importante, y al liberar demasiado el escape es muy común que se pase de presión. En solamente 4 cuadras ya había explotado uno de los turbos.
Otra vez a renegar… pero eso se los contaré en una próxima nota. Les dejo una foto actual para ir calentando motores, volveré pronto. Abrazo!
Gracias TargaSport por el espacio!
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