PROYECTO#29 RESTAURACIONES DODGE GTX V8
Comencemos… Me llamo Chiara, tengo 23 años y soy de Argentina, con mi familia tenemos varios clásicos, y entre ellos, una Dodge GTX V8 (Mexicana), año 73, mi favorita de la pequeña colección.
Creo que lo más interesante de la historia de la GTX es su pasado, así que empecemos por el principio.
Con el tema de las redes sociales, y como una imagen viaja a mil grupos, personas, y las comparten tanto, un día el exdueño me encontró por facebook, y me mandó un mensaje comentándome que la persona que la había armado, me iba a mandar la solicitud de amistad. Acepté la solicitud de Darío, y nos pusimos a charlar. Sabía algunos datos que fueron pasando de boca en boca, pero él me pudo contar la verdadera historia.
Darío compro la coupé, que estaba un poco abandonada, y la llevo a su lugar de trabajo, la cárcel de Olavarría. Realizó los trámites necesarios y la ingreso en el presidio, se convirtió en el proyecto de los presos, “armar una Dodge GTX”. Ellos pasaron meses, días y tardes armándola. Se restauró completamente de cero, literalmente.
La GTX se despintó completamente, y le hicieron motor, tapicería, electricidad, chapa, pintura, todo, absolutamente todo nuevo. Verdaderamente es una coupé que tiene demasiado trabajo hecho. Por ejemplo, al piso lo cepillaron todo con cepillos de acero, y lo hicieron con protec a nafta. Algo que hoy en día nadie te lo hace.
Darío se la pasaba comprándole miles de tornillos, tuercas, bulones, porque ellos iban y le decían “tráeme 100 de estas, 400 de estas, y así…”, le pedían lo que se les ocurría, bajo la amenaza que sino no se la iban armar. El buscó todos los repuestos por todos lados, todo lo mejor. Consiguió hasta el último repuesto.
En el momento que se armó el motor, empujaba muchísimo, por eso se le tuvo que cambiar el carburador, porque casi no regulaba. De locos.
Por suerte en ese momento los presos eran otros a los de hoy en día, y laburaban bastante estando encerrados…
A todo esto, si hay algo que admiramos (mi papa, mi hermano, cualquiera que conoce la GTX, o yo) es la pintura, así que, entre tanta historia, le pregunté… ¿Quién la había pintado?… Porque si quería volver a pintar la GTX, quería que esa misma persona lo haga, porque pasaron años, y esta increíble.
Acá esta la respuesta: La persona era un viejito, que su pasatiempo era ser “Pirata de Asfalto”. (Posiblemente hoy en día no esté vivo)
¿Quién fue el mecánico de la GTX dentro del proceso del armado? Una persona que robaba y cortaba autos en Capital Federal. Sacando la delincuencia un genio, porque la conocía a la coupé, y la hizo andar.
Verdaderamente, fue y tuvo un trabajo de locos, pero a su vez espectacular.
En fin… se terminó la GTX a fines del año 2009, y por problemas personales, Darío la vende, y la compra Daniel.
Daniel era el loco de la Dodge, el hombre vivía dentro de todo cerca de casa, y mi papá la veía siempre, y estaba enamorado.
Con Daniel era conocida porque llevaba una pata colgando en el baúl, épica. De hecho, a veces lo paraban pensando que llevaba una persona de verdad.
Un día mi viejo la empezó a ver tirada, pasaban y pasaban las semanas, hasta que le toco el timbre y le hizo una oferta. Desde ese momento se vino a casa.
Ahora ¿Qué paso desde que llego con nosotros?…
Como se verán en las fotos de antes a diferencia de las actuales, nosotros le agregamos las manijas, ya que las tenía escondidas (ciegas), mandamos a cromar los paragolpes, llantas, baguetas, (esos mini detalles que son lindos cromados), ensanchar las cubiertas traseras, algunos toques en el interior, y volver acomodarle y ponerle cosas para que vuelva a estar casi original…
En resumen, volvimos a poner esos detalles lo cual, cada dueño que tuvo le fue cambiando a gusto.
De mi parte quise hacerle un mini detalle que le dé un toque, así que le agregue las dos franjas en la cola, la cual de un lado dice “Muscle edition” y del otro “Dodge” con el logo.
Nos queda pendiente ponerle un motor V8 que tenemos, con sus accesorios para que quede en 320hp aproximadamente, pero por el momento la dejaremos así.
Hoy en día la GTX es un auto para salir a pasear el fin de semana, si es que tenemos tiempo, para que vea un rato la luz, y la podamos disfrutar con amigos y en familia.
Obvio a gusto personal, quedan cosas pendientes por hacerle, como para que la veamos perfecta al 100%.
Ella tiene una historia que me encanta, un pasado loquísimo, y de por si es un auto que a mi parecer es uno de los mejores clásicos que hay en Argentina. Las curvas que tiene son increíblemente hermosas, y nada, es un bote que enamora a cualquiera, y ni hablar de cuando escuchan acercarse el ruido del V8.
Me declaro fan de los muscle, y especial, de la coupé GTX.
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