EL HYPERCAR QUE ALCANZABA LOS 431KM/H 20 AÑOS ANTES QUE BUGATTI, HENNESSEY Y KOENIGSEGG
En la historia del automóvil muchas veces se han dado casos en que las marcas y modelos pioneros han quedado en el olvido producto de agresivas estrategias de promoción de la competencia, podemos citar el caso de la tracción delantera promovida por Citroen (pero que fue inventada por Cord en 1929), los motores VR6 del Grupo VW (inspirados en los V4 comercializados por Lancia desde 1922) o los frenos antibloqueo difundidos por Mercedes-Benz (que fueron utilizados por primera vez en los Jensen de 1966). – Ver nota –
Pero posiblemente el caso de los hypercars sea uno de los más ejemplificadores, sobre todo para aquellos que ya han pasado la barrera de los 35 años y recuerdan el caso del McLaren F1 que con una movida de marketing sin igual se adjudicó el record del vehículo de producción más veloz del mundo con una marca de 387Km/h utilizando una unidad altamente modificada para la ocasión (se cree que las unidades de serie no superaban los 350Km/h reales), un hecho que resultaba extraño para la época porque existían otros deportivos como los Vector AWX3, Dauer Porsche 962 LeMans y Lotec C1000 que declaraban velocidades máximas superiores al récord conseguido por el modelo inglés modificado, pero ninguna de esas cifras había sido corroborada de manera oficial hasta que en 2004 la revista EVO llevó al Dauer Porsche 962 LeMans hasta los 404,6Km/h superando así los 402Km/h prometidos por el fabricante 11 años antes.- Ver también –
Sin embargo, desde principios de los ´90s el vehículo más rápido del planeta era el Lotec C1000 que declaraba una velocidad punta de nada más y nada menos que ¡431 Km/h!
La empresa alemana Lotec empezó sus actividades en la década del ´60 dedicándose a la competición, dos décadas más tarde empezaron a prestar atención a la creciente demanda de vehículos exóticos modificados por “tunners” como Koenig o Rinspeed – ver también – destinados a millonarios excéntricos que pretendían un plus de performance y exclusividad.
En 1989 lanzan el primer modelo de calle, el Lotec TT1000 basado en la Ferrari Testarossa, una modificación que no debe ser confundida por las realizadas por Koenig en la misma época, si bien en ambos casos le añadieron detalles de F40 las modificadas por Lotec conservaron la estética del modelo original en el frontal. La sigla TT1000 hacía referencia a “Testarossa Turbo 1.000CV” dado que al impulsor bóxer de 12 cilindros se le añadió un doble turbo y una serie de elementos de competición que le permitían alcanzar los 1.000CV obteniendo una máxima de 370Km/h. Solo 3 unidades de la Testarossa fueron modificadas por Lotec debido al exorbitante precio de transformación.
La empresa también suministró la mecánica para la rarísima Ferrari Testa D´Oro creada por el extrovertido constructor alemán Luigi Colani sobre la base de la Testarossa, un vehículo creado para romper un record de velocidad en las salinas de Bonneville, aunque estuvieron muy lejos de las expectativas.
Finalmente, el Testa D´Oro volvería a cambiar su estética radicalmente en 1993 adoptando unas líneas que parecen salidas de una película de ciencia ficción y naves espaciales.
En el año 1990 Lotec recibe el encargo de un acaudalado cliente petrolero de los Emiratos Árabes que pretendía la construcción del vehículo más veloz del planeta. El proyecto demandó casi 5 años de desarrollo y tuvo un costo superior a los US$ 2.200.000. El Lotec C1000, sigla que hacía referencia al Carbono utilizado en su construcción y a la potencia del impulsor, contaba con la mecánica del Sauber C9, un motor Mercedes-Benz M119 V8 de 5.547cc sobrealimentado con dos turbos Garrett que necesitaba una mezcla de nafta sin plomo y combustible de aviación para funcionar, todo ello acoplado a una caja manual de 5 relaciones Hewland, mientras que la tracción iba a las ruedas traseras a través de unos enormes neumáticos 335/35 R17 (265/40 R17 en el eje delantero).
En los primeros test contaba con una potencia de 750CV y una velocidad final de 374Km/h, que posteriormente se aumentó hasta los 1.000CV alcanzando los 431km/h, aunque esta cifra nunca pudo ser corroborada debido a que se construyó una sola unidad. El peso total del conjunto era de apenas 1.080kgs arrojando una relación peso/potencia de un virtual “uno a uno” por lo que se necesitaron frenos de competición AP provenientes del IMSA. La estética del modelo era similar a los prototipos de Grupo C de la época, con el detalle curioso que los faros traseros eran provenientes del Alfa Romeo 164. La última vez que se tuvo noticias sobre el paradero del único C1000 existente se encontraba a la venta en un concesionario de Carolina del Norte, EEUU, a un precio de 1,2 millones de dólares.
En los inicios del nuevo milenio después de dedicarse unos años a la modificación de los Porsche 911 Turbo (993) la firma trabajó en un nuevo proyecto, el Lotec Sirius, impulsado por un motor Mercedes Benz M120 V12 de 6 litros similar al que se utilizaba en el Pagani Zonda, al que se le añadieron dos turbos KKK con una presión máxima de 1,2 bares arrojando una potencia de 1.334CV a 6.300 rpm para un peso total de 1.279kgs, prometiendo más de 400Km/h y una aceleración 0-100 en 3,7s. El desarrollo demandó más de tres años y la marca tenía previsto la fabricación de 5 unidades anuales, pero el exorbitante precio no atrajo a los compradores y el proyecto fue cancelado con un solo prototipo construido.
Lotec intentó relanzar el Sirius en 2009 con un nuevo diseño, más actualizado, pero solo fueron algunas imágenes digitales difundidas por el fabricante y el modelo nunca llegó a producción.
Textos: © Fabián Matías Rossi para TargaSport
Fotos: ©Unknown
El coche que teneis en vuestras pantallas es el segundo coche electrico de produccion de Bugatti. Se trata del Bugatti Baby II, un relanzamiento del Bugatti Baby de los anos 30, creado como juguete para los hijos de los adinerados duenos de un Bugatti Type 35 de competicion. Aquel Baby era un Type 35 a escala 1:2, mientras que el nuevo Bugatti Baby II es una reproduccion del Type 35 a escala tres cuartos, algo que permitira que no solo los ninos lo disfruten, si no tambien sus padres y abuelos. Es un juguete tan exclusivo como fascinante, con un precio acorde a la marca que lo suministra.