Si hacemos el ejercicio de imaginar un vehículo de 100 años, automáticamente se nos viene a la cabeza un automóvil simpático de prestaciones atenuadas y probablemente siendo conducido por un caballero con galera… pero esa imagen se esfuma ante la creación de Ettore Isidoro Arco Bugatti: la Type 35, el modelo que consolidó la reputación de la marca y que acaba de celebrar su primer siglo.
La historia de Bugatti es atrapante, compleja e inabarcable. Haciendo un repaso general de su origen: el creador, Ettore, nace en Milán en una familia de artistas. Sin dudas, la herencia de esa vocación está plasmada en sus diseños. Luego de trabajar en diversas compañías y proyectos, establece su fábrica el Alsacia región que tras la 1er Gran Guerra pasa a integrar Francia.
Los grandes motores
Bugatti venía investigando y probando motores 8 cilindros, pero no fue hasta la producción del Type 30 que pudo materializar esta idea. Si bien el propulsor era brillante, aparecían problemas de lubricación al desarrollar de manera continua altas velocidades. Inconveniente padecido por el Argentino Macoco Alzaga Unzué en su expedición a las 500 millas de Indianápolis de 1923.
Ya para el nacimiento de la Type 35 esos inconvenientes estaban resueltos y justamente la planta motriz fue uno de los pilares del éxito de este revolucionario vehículo.
El objetivo de Ettore era producir un automóvil que cumpliera con tres premisas: Aerodinámica, atractivo estético y poco peso.
Presentación
La Type 35 fue presentada el 3 de Agosto de 1924 en el Gran Premio de Lyon. En esa ocasión Ettore preparó 5 vehículos para la carrera (chasis 4324/25/26/27/28) y uno de reserva, casualmente la primer 35 registrada por la marca (chasis 4323).
Acostumbrado el público a las carrocerías de rústica manufactura en los autos de competición, la Type 35 sorprende por sus refinadas terminaciones y elegante línea. Incorporaba sus impactantes llantas de aluminio de 8 rayos, tan distintivas de este auto y que a su vez le aportaban un menor peso. – Te puede interesar LAURIN Y KLEMENT, LOS ORIGENES DE SKODA –
Una obra de arte estética y a su vez funcional que permitían una mayor refrigeración de la cubierta y los frenos (el tambor venia incorporado a la rueda).
Sin embargo, el debut no fue el esperado por Ettore, los neumáticos Dunlop presentaron problemas que impidieron plasmar en resultados el potencial del auto.
A pesar de ello, recibió elogios por parte de la prensa y especialistas como el mismísimo Luis Delage, quien tuvo posibilidad de conducirlo concluyendo en lo siguiente “…con todas las cualidades de un coche de carrera el más perfecto auto de turismo que un aficionado puede aspirar…”.
Allí radica la gran virtud de esta obra, Bugatti fue la primera fábrica en ofrecer al público la posibilidad de adquirir un vehículo con tal versatilidad que le permitía a su propietario participar en competencias como también poder usarlo como vehículo para ir comprar el pan.
Evoluciones
La gama de motores que equipó a la Type 35 fue amplia: el primer modelo que debuta en Lyon, era impulsado por el ya mencionado 8 cilindros de 2 litros (100 hp), que progresivamente se fue adaptando para estar vigente llegando al 2.3 aspirado (110 hp) presentado en Targa Florio a principios de 1926, luego del éxito en la competencia se lo bautizó como Type 35T.
Hacia fines de ese año, ya cuando era evidente que nada más se podía hacer con un motor aspirado en la alta competencia, Ettore acudió a lo que el llamó un “mal necesario” para no quedar atrás de sus competidores: los compresores.
Fueron utilizados por primera vez en un singular motor 1.1 de 8 Cilindros preparado para el GP de Alsacia de 1926 aplicado tanto en una Type 35 como también en dos unidades monoplaza conocidas como Type 36.
Fue debut y éxito en carreras para una Bugatti con compresor. Automáticamente comienza a emplearlos no solo en las versiones 8 cilindros (1.5, 2.0 y 2.3) sino también en las 4 cilindros (1.5-Type 37A 85hp).
¿Era accesible una Type 35?
Su precio equivalía a un lujoso Hispano Suiza B6. Evidentemente poder ubicarse detrás de su volante era un privilegio, tomando nota de esto Ettore y buscando ampliar el espectro crea la versión “35A” que se diferencia por las llantas (de rayos), menor potencia (75hp) y que costaba casi la mitad de una 35 convencional.
También la llegada de la Type 37 a partir de 1926 (que compartía el mismo chasis, pero impulsado por un motor 4 cilindros de 60hp) con un precio menor que el 35A, abre aún más el abanico de posibilidades para corredores amateurs. Otra versión accesible fue la Type 39 que equipaba el chasis 35 y motores 8 Cil 1.5.
¿Cuál era la opinión de la prensa de la época? Lo definían como un vehículo feroz pero no intratable. Destacaban su grado de presentación, trabajo y nivel de detalle, como así también el carácter polifacético en sus funciones.
¿Cuántas unidades se fabricaron? En el tiempo que duró su producción, entre 1924 y 1931, de la Type 35 y 39, es decir las 8 cilindros, unas 340 unidades en todas sus versiones (con y sin compresor). Type 37, las 4 cil. Un total de 290 unidades. Un número elevado si tenemos en cuenta la naturaleza del vehículo, la competición.
¿Se vendieron en Argentina? La primera Type 35 de la cual se tiene registro fue importada en 1926 por la Familia Cordobesa Ferreyra, probablemente adquirida en la Agencia ubicada en Champs-Elysées 116, Paris.
También ingresa al poco tiempo un Type 37 traída por la familia Pángaro. A partir de 1927, además de importarla particularmente, se la podía adquirir en la agencia Tirasso y Cía, sito en Sarmiento 1686 (Buenos Aires), que funcionaba como filial del agente oficial para Sudamérica, Eduardo Matarazzo (SP, Brasil).
Victorias
El primer triunfo llegó de la mano del Italiano Carlo Masetti en 1925, GP de Roma y con uno de los autos que debutara en Lyon (chasis 4324). A partir de allí el éxito fue colosal, 2.700 triunfos en el transcurso de 6 años.
Ganó 5 ediciones consecutivas la Targa Florio, triunfó en Monza, en la primera edición del GP de Mónaco (1929), también en los circuitos de Miramás, San Sebastián e innumerables más.
En 1928, 500 Millas de Rafaela, gana su competencia de mayor extensión hasta ese momento en las manos de Eric Forrest Greene. Nuvolari, Chiron, Divo, Varzi, Constantini (de gran influencia para Jean Bugatti y director deportivo de la marca durante unos años), Vizcaya entre otros nombres, Helle Nice y Elizabeth Junek pasaron por el volante de este purasangre.
Bugatti continuó creando productos de vanguardia, ingeniería y diseño. Algunos modelos hasta superaron la cantidad de unidades producidas de la Type 35, pero sin dudas que esta creación fue la que catapultó a la marca al Olimpo de los deportivos más exitosos de todos los tiempos.
Type 51
Nuevamente buscando no quedar atrás de la competencia, y probablemente con presión de su hijo Jean que ya había tomado protagonismo dentro de la fábrica, Ettore se hace de dos Miller de Carreras a cambio de 3 Bugatti Type 43. La idea era estudiar al motor americano con doble árbol de levas.
Toma “prestado” su diseño y se es incorporado al modelo reemplazante de la Type 35, la nueva Type 51, que desarrollaba 180hp. Este modelo continuó con el derrotero de éxitos debutando en Mónaco 1931 con victoria de Chiron, siendo el primer Monegasco en ganar un Gran Premio, también fue el único hasta hace unos meses cuando Lecrerc rompió el maleficio.
De la Type 51 se fabricaron aproximadamente 40 ejemplares, una de ellas (s/n 50125) fue traída a Argentina en 1950 por el recordado Bitito Mieres, quien pudo disfrutarla ganando varias en competencias sport…años más tarde fue exportada a Suiza.
Baby Bugatti
Para el cumpleaños número cuatro de Roland Bugatti, Ettore construyó para su hijo un “…verdadero automóvil a miniatura…”. Conocida como “baby Bugatti” este ejemplar tomaba como base la Type 35, reproducía sus detalles a la perfección y era impulsada por una batería de 12V.
Según registros del Museo Schlumpf, que agrupa la mayor colección de Bugatti del planeta, al principio fue propulsado por un mini motor a combustión, pero debido a que era muy ruidoso fue reemplazado rápidamente por la batería eléctrica.
Al ver el interés que despertado, se decide llevarla a producción y fue presentada en el Salón de Milán de 1927. Era dirigida a un público entre 6 y 8 años. Se produjeron alrededor de 250 unidades y cercano a un 10% se importaron a nuestro país, gran parte como encargo por parte del Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, que las ofrecían en alquiler para disfrutarlas en paseos dentro de su predio.
Estuvieron en funcionamiento entre 1928 y 1942 para aquella afortunada generación que se subía por primera vez a un rodado, y nada menos que a una Bugatti!!!
Pur-Sang
En 1997 se presentan los Pursang Type 35, creación del gran Jorge Anadón quien venía trabajando de hacía muchos años en la idea de realizar una reproducción exacta del modelo. A partir de un ejemplar Bugatti Type 35B, al que se desarmo por completo, estudió cada una de las 1.300 piezas que la componen.
Mundialmente fue muy bien recibido, no solo porque la calidad del producto y sensaciones son similares al modelo original, sino, por que Pursang salvó a muchos ejemplares originales que carecían de repuestos…27 años después ya se han fabricado en Paraná, Argentina, más de 300 unidades, es decir no menos del total de unidades del modelo original.
Textos: © Cr. Federico J. Treviño para TargaSport
Fotos: portada © Cr. Federico J. Treviño; otras © Unknown
Fuentes:
Bugatti “Le pur-sang des automóviles” Fourth Edition – H.G. Congway
Memoirs of a Bugatti Hunter – Antoine Raffaëlli.
Fuerza Libre – Guillermo Sánchez Bouchard
Bugatti en Argentina – Cristián Bertschi & Estanislao Iacona.
Revista Parabrisas N°265
Por que ser Normal??? – Roberto Bitito Mieres y Jorge Macome.
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