En el vertiginoso mundo de los Récord mundiales en tierra, cada hito alcanzado representa un paso hacia lo desconocido, desafiando límites y rompiendo barreras. Desde los días pioneros de Craig Breedlove y su Spirit of América hasta la más reciente hazaña de Andrew Duncan Green con el Thrust SSC, la búsqueda de la supremacía en velocidad ha sido una carrera constante contra el tiempo y la tecnología.
A lo largo de las décadas, vehículos con propulsión a reacción han desafiado las convenciones y elevado los estándares de velocidad, pero cada nuevo récord alcanzado ha sido solo un escalón más hacia un objetivo aún más ambicioso: superar las 1000 Millas por hora.
Es en este desafío que surge el Bloodhound SSC, una máquina concebida para enfrentar las fronteras del rendimiento humano y tecnológico. A través de su historia, el Bloodhound SSC ha enfrentado obstáculos financieros y técnicos, pero su espíritu de superación permanece intacto, listo para conquistar la última frontera de la velocidad terrestre y redefinir lo que es posible en el mundo de la ingeniería automotriz.
Primeros pasos
El 17 de Julio de 1964 se produjo el ultimo récord mundial absoluto de velocidad en tierra con un vehículo con tracción en sus ruedas, el mismo fue conseguido por Donald Campbell conduciendo el Bluebird CN7 el motor era un Bristol-Siddeley Proteus 7051 de 4000 CV, consiguiendo una velocidad de 648.670 KM/h.
No obstante un año atrás Craig Breedlove al comando del Spirit of América el 5 de Agosto de 1963 había conseguido una marca de 655.722 Km/h, este vehículo estaba propulsado por un turborreactor de tres ruedas y sin transmisión a las mismas, dos puntos reglamentarios por el cual la FIA (Federación Internacional del Automóvil) no reconoció dicho récord, el reglamento decía que el vehículo debía tener por lo menos cuatro ruedas y dos de las cuales debían ser de transmisión, pero la FIM (Federación Internacional de Motociclismo) en un apartado de su reglamento admitió vehículos con ruedas sin tracción y de esta manera fue reconocido el récord obtenido por Breedlove.
Durante los meses siguiente se realizaron varios récords mundiales pero ninguno fue reconocido ni por la FIA y tampoco por la FIM provocando una incertidumbre y quejas por parte de constructores, pilotos y empresas que patrocinaban estos emprendimientos, hasta que el 11 de diciembre de 1964 cuando la FIA y la FIM acordaron en París reconocer como récord absoluto de velocidad mundial a la obtenida por cualquier piloto y en cualquier vehículo que corriese sobre ruedas independientemente de que tenga tracción en las ruedas o no.
Pero con la salvedad que sabiendo que los récords se iban a realizar con vehículos de propulsión con turbinas o motores cohetes, se creó la categoría de récord de velocidad mundial con tracción en las ruedas, y este récord quedo en manos de Donald Campbell conduciendo el Bluebird CN7 a 648.670 KM/h que hasta ahí era la marca mundial absoluta con el reglamento anterior, y para la categoría máxima del récord mundial de velocidad fue la marca obtenida por Art Arfons que el 5 de Octubre de 1964 conduciendo el Green Monster turborreactor consiguió una velocidad de 698.500 Km/h.
El Green Monster estaba impulsado por el motor de reacción General Electric J79 de un caza F-104 Starfighter con postcombustión de cuatro etapas, la potencia era de 11.905 (lbf) libras de empuje sin postquemador y de 18,535 (lbf) libras de empuje con postquemador.
Green Monster primer récord mundial homologado por la FIA para un vehículo sin tracción a las ruedas
Primer objetivo: Superar los 1000 Km/h
El objetivo de alcanzar una marca para batir el récord mundial de velocidad, no solo es superar la marca anterior, sino fundamentalmente es conseguir un objetivo aun mayor, después de que Art Arfons alcanzara los 698.500 Km/h y de esta manera obtener el superioridad mundial, el objetivo de todos los pretendientes era alcanzar la velocidad de 1000 Km/h o más, esto lo consiguió Gary Gabelich que el 23 de octubre de 1970 en Bonneville conduciendo el Blue Flame consiguió una marca de 1001.667 Km/h.
El Blue Flame fue construido en Milwaukee, Wisconsin por Reaction Dynamics, una compañía formada por Pete Farnsworth, Ray Dausman y Dick Keller, con un peso de 1800 kg en vacío y 3000 kg a plena carga, la planta motriz era un propulsor de tipo cohete también diseñado por Reaction Dynamics y algunos de los componentes fueron fabricados por Galaxy Manufacturing de Tonawanda, Nueva York, fundada en 1966 por Donald J. Magro y Gerald Muhs, dedicada principalmente a los sistemas de control del flujo del tipo venturi, utilizó una combinación de peróxido de hidrógeno de alta concentración y gas natural licuado (GNL), presurizado con gas helio, el proyecto fue patrocinado por la American Gas Association, con la asistencia técnica del Instituto de Tecnología Gasista de la ciudad de Des Plaines.
Segundo objetivo: Romper la barrera del sonido
Conseguir con un vehículo terrestre una velocidad superior a Mach 1 o sea 1225 Km/h fue siempre el objetivo deseado por todos aquellos que intentaron batir el récord de velocidad con un vehículo con un motor a reacción sin tracción a las ruedas, esto lo logro Andrew Duncan Green el 15 de octubre de 1997, alcanzando los 1.232,93 Km/h, rompiendo la barrera del sonido al marcar una velocidad Mach 1,002.
Para conseguir este objetivo se construyó el Thrust SSC Super Sonic Car un vehículo concebido con los mismos materiales con los que está construido un avión a reacción, estructura de tubos de acero reforzado, fibra de carbono, aluminio y titanio, con un peso de 10 toneladas, impulsado por dos turborreactores Rolls Royce Spey 202, con una potencia de 110000 CV.
La empresa encargada de este proyecto fue SSC Programme Ltd y los diseñadores Ron Ayers, Glynne Bowsher, y Jeremy Bliss.
Cuando se rompe la velocidad del sonido se produce un fenómeno físico de compresión y descompresión del aire llamado cono de Mach, hasta ahora había sido visto en el aire por los aviones de caza.
El nos Thrust SSC permitió ver el fenómeno en la tierra
Tercer Objetivo: Superar las 1000 Millas por hora (1600 Km/h)
Si observamos las estadísticas se verá que entre los años 1963 y 1997, se batió nueve veces el récord absoluto de velocidad con vehículos de reacción independientemente de que sea reconocido o no por la FIA, el récord obtenido por Andrew Duncan Green en 1997, alcanzando los 1.232,93 Km/h rompiendo la barrera del sonido aun hoy día se mantiene, esto se debe a que los objetivos a lograr son cada vez más difíciles y costosos de conseguir, el constructor SSC Programme Ltd el mismo que consiguió el ultimo récord, se propuso un nuevo objetivo, superar la velocidad de 1000 Millas/h (1600 Km/h), y para ello en 2010 bajo el lema “Mas alla de la Velocidad del Sonido”, presento el prototipo del Bloodhound SSC para realizar dicho emprendimiento.
Con un peso de casi 8 toneladas cargado de combustible, mide 13,5 metros de longitud y 3 metros de altura, las ruedas macizas construidas en aluminio miden casi un metro de altura con un peso de 100 Kilos cada una, la potencia de este vehículo es de 135000 CV, tiene tres motores, un reactor jet Rolls Royce EJ200 (10000 Kilos de empuje), el mismo que utiliza el caza militar Eurofighter, un motor cohete Falcon (12500 Kilos de empuje) y además utiliza un motor Cosworth CA2010, (el mismo V8 que se utilizaba en la Fórmula 1 con 550 CV) y es utilizado como bomba de combustible – ver también – , el sistema de frenos consta de tres métodos que actúan en función de la velocidad, a partir de los 1300 Km/h se activan los aerofrenos, los paracaídas se despliegan por debajo de los 1000 Km/h, y a 320 Km/h los frenos de fricción.
El plan de trabajo consistía en realizar tres prueba, la primera era llegar a 800 Km/h, luego llegar a más de 1225 km/h y de esta manera convertirse en el segundo vehículo en romper la barrera del sonido, y finalmente llegar a superar las 1000 Millas/h (1600 km/h), pero todo se truncó debido a serios problemas financieros de la empresa SSC Programme Ltd que debido al Brexit, provocó un desconcierto en los patrocinadores retirando el patrocinio y provocando pérdidas de 30 millones de Euros por lo que se dio por terminado el proyecto.
Debido a esto SSC Programme Ltd le vendió todo el proyecto a Land Speed Record por lo que el vehículo paso a llamarse Bloodhound LSR, el vehículo mantiene sus características técnica, lo único que se hizo fue reemplazar el motor Cosworth por un motor Jaguar V8 de 5000 cc turbocomprimido de 800 CV para mejorar el bombeo de combustible a los motores.
Esta empresa ya realizo la primera prueba alcanzando una velocidad de 806 KM/h cumpliendo así la primera etapa, y ahora debido a la pandemia del COVID 19 también tienen problemas financieros y están en búsquedas de nuevos patrocinantes.
La idea es que en el 2022 se realicen las pruebas finales hasta alcanzar las 1000 Millas/h (1600 Km/h), ya está todo listo, pero depende de que lleguen los patrocinantes a Land Speed Record Récord mundiales en tierra.
Textos: © Jorge Scarpitta para TargaSport
Fotos: © Unknown
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