PROYECTO #24 RESTAURACIONES ALFA ROMEO 156 V6 BUSSO
Hola, soy Matías Vázquez de Quilmes, Buenos Aires, Argentina y manejo un Alfa 156 Busso.
Si tengo que ser sincero, en la cuarentena 2020 buscaba un auto para restaurar, un hatchback, más precisamente un Alfa 145 QV. Buscando durante un tiempo me encontré con una sorpresa, un Alfa 156 2.5 V6 año 2000, con ese hermoso motor Busso tanto en diseño como sonido. A pesar de la falta de mantenimiento y amor que le faltaba, no lo dudé y lo compré.
Lo más importante del auto estaba bien, tanto el motor como el casco. A primera vista tenia los paragolpes masillados y pintados con pincel, la pintura quemada en varias zonas, rayones por todos lados, ópticas opacas, mucha mugre y partes rotas, gastadas o resecas.
El motor necesitaba cariño también, se cambió la distribución que estaba llena de aceite, bujías nuevas, limpieza de inyectores, bobinas, aceite, filtros, limpieza de circuitos, etc. A todo esto, tengo que aclarar que no soy mecánico, ni chapista y nunca había arreglado un auto en mi vida! Lo mecánico se lo encomendé al Taller Alfa Lenisa y el resto viene corriendo por mi cuenta.
Por primera vez saque asientos de un auto, hidraté cueros, plásticos, cambie luces, desarmé tableros, saqué el volante, cambié relojes, etc. Cada paso generaba alegría y placer al ver el avance de la restauración. Por primera vez en mi vida importe algo para un auto y se me ocurrió empezar con una manguera de admisión de Lituania, acá a la vuelta! Después seguí con un short shifter de Inglaterra y ahora esperando un filtro K&N desde USA.
Hay que aclarar que no todo son pétalos de rosa, hay espinas y alguna mala sangre en el camino. La admisión la tenía con cinta aislante y una vez me dejo tirado, es verdad que lo pude solucionar fácilmente, pero generó bronca, otra vez murió la batería, luego se rompió el empaquetado de la bomba de agua y perdió todo el refrigerante, y la última, fue una rotura en una manguera del radiador. Todo esto tuvo solución fácilmente y son cosas que suceden normalmente por el uso prolongado de los materiales. Entonces hay que aclarar que cuando uno compra un coche con ciertos años se está expuesto a ciertos trastornos y hay que tomarlos de la mejor manera. No voy a negar que más de una vez me agarre unas calenturas tremendas, pero también fueron muchas pero muchísimas más las veces que me saco sonrisas.
No hace falta ser especialista en autos para entender que ese motor suena a algo fuera de lo normal. Que me sigue generando sonrisas cuando alguien se quiere subir a la parte trasera y no encuentra la manija “escondida”. La cara de la gente cuando levanta el capot y la sonrisa cuando acelera. La gente que uno va conociendo con sus pasiones, fanatismos, consejos y hasta juntada de Alfistas. El saldo es ampliamente positivo con relación a los momentos de felicidad que me viene dando.
Entonces resumiendo, en esta primera etapa se está intentando dejar lo mejor posible toda la mecánica y partes “viejas” del auto. Luego vendrá la búsqueda del tesoro perdido, el kit sport y para finalizar la pintura completa. Ese Rosso Proteo que ahora se ve quemado y sin laca pero que confío en que va a quedar precioso.
El paso a paso se puede ver en Instagram, Alfa.156v6, son todos más que bienvenidos a ver el avance, darme consejos, criticas o dejar sus comentarios para seguir mejorando el auto.
En próximas entregas les seguiré contando los avances.
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